Estos días me ha llamado la atención la campaña #JovesEnPerill del Consell de la Joventut de la Comunitat Valenciana que hace una analogía entre el colectivo joven y las especies amenazadas, usando para ello imágenes impactantes que recuerdan a las de National Geographic y mensajes tan preocupantes como este: “A la jungla valenciana el 43,59% de la Joventut no té una ocupació”.

Pero aún es más preocupante que esta situación no solo amenaza a la juventud, sino que se extiende a muchos otros sectores de nuestra sociedad. Sin ir más lejos, hace unas semanas en Novelda, un tercio de las trabajadoras del servicio de limpieza de edificios municipales y colegios fueron despedidas tras la pésima o nula gestión de nuestro Ayuntamiento. Mujeres que cobraban sueldos humildes y cuyo salario era en la mayoría de los casos el único sustento familiar, ahora están en el paro porque el actual equipo de gobierno ha decidido que esta es la mejor forma de atajar la situación financiera del ayuntamiento. Sin tener en cuenta su situación personal ni tampoco los evidentes efectos que este recorte puede provocar en las condiciones de salubridad e higiene de colegios públicos, instalaciones deportivas u otras dependencias municipales.

Ante esta situación, desde Compromís apostamos por ayudar a los sectores más castigados y vulnerables. Lo estamos haciendo ya desde la Generalitat Valenciana, por poner algún ejemplo eliminando los copagos en servicios sociales o con los planes “Avalem Joves” o “Avalem Experiència” del conseller de Economía Sostenible Rafa Climent para impulsar el empleo y facilitar la inserción laboral, con programas enfocados a quienes más dificultades presentan. Y también lo hemos intentado en la formación del gobierno de España, desde el primer minuto con una actitud dialogante y constructiva, sin nombres, vetos ni imposiciones. Y hasta el último minuto, con una propuesta de mínimos -el acuerdo del Prado– que creíamos asumible al menos por todos los partidos que se ponen la etiqueta de progresistas. Una propuesta viable que propone un gobierno “a la valenciana” (como habitualmente ya se le conoce), es decir un gobierno plural, estable y cuya máxima prioridad sea la de rescatar personas. Un gobierno también que dé a las valencianas y valencianos el trato que se merecen, como ciudadanos de primera.

Sin embargo, hemos topado en el Congreso con un Partido Socialista que no ha sido capaz de moverse ni un milímetro del pacto frustrado que firmó con Ciudadanos y que le ha servido de coartada para no hacer nada. Un partido que parece no haber entendido que la política, y más en estos tiempos en que no hay mayorías absolutas, se basa en el diálogo, la negociación y la búsqueda de consensos, y que nos ha llevado a una repetición de elecciones, como queriendo decirnos que el pueblo no ha sabido votar para intentar ocultar que en realidad no han querido o no han sabido ponerse a gobernar, a empezar a ofrecer soluciones a todos esos colectivos y personas individuales que hoy siguen en una situación precaria, incluso “en peligro de extinción”.

 

Carles Sala Penalva, concejal de Compromís per Novelda